Y es que el mes de octubre estaba plagado de Cofradías. A las múltiples salidas de las Hermandades de Glorias se sumaban dos salidas extraordinarias, de dos grandes Dolorosas, Victoria, que realizó la suya sin problemas, y Angustias, a la que se le cerró el cielo, que parecía no querer más procesiones. Y se tomó la decisión de no salir, de posponer el traslado al sábado 26, y la misa y el regreso al domingo 27. Sin ninguna duda, grandísimo acierto el de la Hermandad, que no quiso arriesgarse y realizar el traslado al día siguiente. Y así fue, la cruz de guía se ponía en la calle a la una de la tarde, el palio minutos después y, despacito, disfrutando del ambiente cofrade, llegó hasta la Catedral. Aquí algunas fotos en la calle Alemanes.
Tras este traslado de María Santísima de las Angustias, acompañada por fieles, hermanos y sus rezos, tuvo lugar, al día siguiente, la misa en la Santa Iglesia Catedral. Tras esta, se produciría la salida de la Señora, de vuelta a su Santuario. Un poco antes de lo previsto se ponía la cruz de guía en la calle, y sobre las cuatro y media, estaba Ella en la calle. Aquí algunas fotos de la salida de la Catedral.
Los cofrades pudimos disfrutar de una tarde y una noche de domingo gitana y cofrade, en la que las calles de Sevilla estaban perfumadas de incienso... y Canela y Clavo.
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